El día 13 de Febrero de 2011, el Club de Montaña Valcorchero hizo la ruta que tenía en calendario para ese día, la cual fue: Navaconcejo-Piornal-Peña Negra-Piornal. El tiempo no nos acompaño en el recorrido, ya que antes de llegar al Piornal se puso a llover. A consecuencia de este imprevisto, parte del grupo que estábamos realizando el recorrido, decidimos quedarnos en el pueblo del Piornal, y no continuar hacia Peña Negra. Pero la otra parte decidió lo contrario, elección equivocada por su parte. Ya que cuando llegaron de vuelta, todos venían calados hasta los huesos, ateridos de frio y hasta las narices, por no definirlo de otra manera. Aparte de las inclemencias del frio y del agua, se sumaba otra más, que era la niebla. Con lo que les fue imposible ver más allá de las puntas de sus botas. Por lo que algunas de las personas que iban en ese grupo y para ellas era la primera vez que subían a Peña Negra, no pudieron disfrutar de los paisajes que desde ella se ven, tanto del Valle del Jerte, como de Traslasierra y de la Panera. Pero para eso siempre hay algún alma caritativa, y en consideración a ellos y al mal rato que pasaron, les ofrezco unas imágenes que en su día tome desde ese punto, aparte de las que realice a lo largo de la subida desde Navaconcejo a Piornal. Pero antes de pasar a ello, les contare algo de interés de estos lugares, en este caso, la leyenda de la Fuente Matafraile que se encuentra en el camino de la Viña, y dice lo siguiente:
Hace muchos años un mal asolaba los pueblos de montaña de esta comarca, según se cuenta el mal lo producía la sombra de un demonio. Por lo que dos frailes decidieron recorrer la comarca, para cumplir con su deber de informar a los vecinos de cómo luchar contra tan gran mal y así evitar males mayores. Los dos frailes corrían hacia el Piornal, y cuando subían del Calderón por el camino de la Viña, se sintieron muy cansados. Parecía que uno de ellos no podría continuar si no descansaba un rato, un riachuelo de aguas cristalinas bajaba por una de las laderas del camino. Al ver esto el fraile, agotado se arrodillo ante el manantial para saciar su sed. De forma apresurada hundió sus manos en las aguas frías, mojo su nuca, su cara, un poco de su piel y el poco pelo que tenia, y se dispuso a beber como si aquel agua fuera lo único importante en el mundo, su compañero temblando de nervios le metía prisa, porque era ya más de la media noche y el futuro del pueblo del Piornal dependía de ellos, pero este no le hacía ni caso ya que ccreía estar en el paraíso con el agua que acariciaban sus manos. Y de esta forma entre los nervios y las voces de uno de ellos, y el despiste del otro con el agua, la sombra del demonio que atemorizaba al Piornal, se les abalanzo sobre ellos, cogiendo por sorpresa al fraile que estaba gozando de la bonanza de tan frescas aguas. Al momento este fraile quedo muerto en el suelo, pero el otro monje pudo escapar, y subió corriendo al pueblo del Piornal, y una vez allí reunió a todos los habitantes del pueblo, les aviso de las desgracias y males que les ocurrirían si no hacían todo lo que él les dijera para poder poner remedio a tan maligna sombra. Les conto que la sombra solo tenía fuerza de madrugada, así que todos los piornalegos debían de estar en casa antes de la media noche. Y siguiendo el consejo del fraile, el demonio maligno no consiguió su propósito. Muy agradecidos los piornalegos por lo que los frailes habían hecho por ellos, construyeron una fuente muy bien hecha, y la llamaron la Fuente Matafraile, en memoria del que había muerto en ese lugar. Y de esta forma nunca olvidaron la labor de aquellos frailes, que salvaron al pueblo del Piornal.
Aunque es pleno invierno,
Con paso decidido el grupo camina.
Panorámica del Valle del Jerte.
Hay mucho aficionado. Y cualquiera se cree
Otra del Valle.
En fila de a uno.
Los cerezos dormitan en sus báncales.
Según pasaba el tiempo, el día empeoraba.
Todo era gris, incluso la nieve
La cascada del Caozo se puede apreciar