miércoles, 30 de marzo de 2011

Segura de Toro - Casas del Monte. 20-03-2011






Salida.




Ruta Segura de Toro - Castaños del Temblar - Fuente del Moro - Casas del Monte. 20-03-2011.

Ruta de senderismo bastante liviana, la única dificultad que se le puede atribuir a este recorrido, es la fuerte pendiente que hay que salvar para llegar a la Fuente del Moro, a lo que posteriormente después de haber llegado hasta esta fuente, hay que hacer el consiguiente descenso, también con una pendiente muy pronunciada. Por lo demás ninguna dificultad digna de mención.

Como ya he comentado en rutas anteriores realizadas por estos pueblos algo sobre ellos, en esta ocasión aprovechare para recitarles la letra de una canción del cantautor de Segura de Toro Matías Simón, conocido por el nombre de "La Voz de la Montaña" merece la pena escuchar esta canción, y para ello les facilito una dirección de internet donde podrán reproducirla. www.youtube.com/watch?v=K3fraWKJXLc. Ahora paso a recitarle su letra que dice así:


Ya nadie ya se acuerda, cuando rompieron la tierra, cuando se expropio. Un camino de plata, de sonrisas y lágrimas, arrancado a mi montaña. Ya nadie ya se acuerda de aquellos carros y carretas que bajaban robles mutilados, para tallar traviesas. De la Sierra de Segura, hay como los bajaron. Al tren del Valle del Ambroz, le han tapado su voz. Qué triste esta mi valle ya no le importa a nadie. Al tren del Valle del Ambroz le han cerrado la estación. Hay un niño que esta triste, ya nadie le dice adiós. Ya nadie ya se acuerda de Agustín, Andrés, Diosdado, de lo que lucharon. Para que el tren hablara de esperanzas en cada casa, de amores lejanos. Camino de Plata el valle te echa en falta. Camino de Hierro que no te tapen ellos. Al tren del Valle del Ambroz le han tapado su voz. Que triste esta mi valle, ya no le emporta a nadie. Al tren del Valle del Ambroz, le han cerrado la estación. Hay un niño que esta triste, ya nadie le dice adiós. A esos que están arriba, al maldito al ordenador. Quiero que abran la vía de Plasencia a la Jarilla a Baños de Montemayor. Tal vez este niño sonría aunque ya me he hecho mayor, tal vez ese niño sonría aunque ya se ha hecho mayor. Al tren del Valle del Ambroz le han tapado su voz. Qué triste esta mi valle, ya no le importa a nadie. Hay un niño que esta triste, ya nadie le dice adiós...


Y después de esto paso a exponerles parte de las fotografías, que fui tomando durante el recorrido:









Comenzamos el recorrido.

















De momento van contetas.















Panorámica.















¡No sé, a quien sacarle una foto!















Panorámica.















Aunque hacia ya buen tiempo,

los árboles aún dormitaban.















Caminando entre viejos robles.















Querían sentir la fuerza de este coloso,

abrazándolo.















Mientras tanto este meditaba.















Otra con el gigante.















Los guardianes del castaño más viejo del

lugar, conocido por el nombre

de "El del Arroyo"
















El terreno se pone muy cuesta arriba.















La gente se empieza a distanciar,

cuando el camino se empina.















Llegada a un collado, donde también habitan

algunos castaños centenarios.















Reponiendo fuerzas.















Una vieja era, donde se trillaba

el grano antiguamente.















Vista del embalse de Gabriel y Galán.















Seguimos subiendo.















Panorámica de Casas del Monte.















Hoy este, no tenía muchas ganas

de seguir subiendo.















Cabeza del Pelotón. El señor del jersey al

hombro, natural del pueblo de Segura

estuvo recordando los tiempos de cuando

andaba por estas sierras detras de sus

cabras. Con 76 años cumplidos, no vean

ustedes lo que subia.















Hasta aquí hemos llegado. La mayor parte

del grupo, hacía tiempo que había tomado

las de Villa Diegos. Y no quisieron continuar

con la ascensión que llevaba a la Fuente del

Moro.















Este nos acojono a los siete que llegamos

a los canchos.















Llegada a la piscina natural de

Casas del Monte.















La piscina. En este tiempo sin retener

el agua.















Son como niñas.















Después de haber terminado el recorrido

y de haber comido, así quedaron el par

de pollos.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Valdelageve - Montemayor del Río - 13-03-2011






Pueblo de Valdelageve.





El 13 de marzo de 2011, realizamos la ruta de senderismo, que va desde el pueblo de Valdelageve al pueblo de Montemayor del Río, es una ruta que su dificultad es mínima, pero grande es su disfrute, ya que trascurre toda ella por bosques de castaños, robles y pequeñas praderas enclavadas en las faldas de los montes. Para realizarla transitamos por el antiguo camino que unía estas dos poblaciones de la provincia de Salamanca, al que se le conoce con el nombre de Camino Viejo de Valdelageve.

pero ateniéndome a mi costumbre, antes de pasar a exponer las fotografías tomadas durante el recorrido, explicare brevemente algo sobre los dos pueblos, en este caso primeramente les contare algo sobre las costumbres que los vecinos de Valdelageve tenian antiguamente, y posteriormente sobre el Castillo de San Vicente, que se encuentra en el pueblo de Montemayor del Río y es el monumento más importante de esta localidad.

VALDELAGEVE.


Este pueblo está situado en un bello paraje de la serranía salmantina, entre los pueblos de Sotoserrano y Lagunilla. El pueblo se encuentra en la parte oriental de la Sierra de Francia, colindante con la Sierra de Béjar, estando de por medio la gran cortada del río Alagón. Situado al sur de la provincia de Salamanca, linda con el norte de Extremadura.


Antiguas Costumbres del pueblo de Valdelageve:


LA HERENCIA.


Recuerdan las personas mayores sobre las costumbres de sus antepasados que cuando un padre repartía el patrimonio entre los hijos, éstos, como norma, quedaban obligados a darle todo los años 100 kg. de trigo, 100 kg. de patatas, 32 litros de aceite y otros productos como alubias, garbanzos, etc.


EL DESAJUMERIO


Otra costumbre muy tipica era el desajumerio (de húmero, cañon de chimenea por donde sale el humo), que consistía en quemar hierbas olorosas (como el orégano, poleo, romero, diferentes clases de tomillo, etc.), saltando después sobre la humareda con la esperanza de curar los males y enfermedades de aquella época: el paludismo, fiebres tifoideas, tosferina, etc. Este acontecimiento se hacía siempre el jueves de Corpus Christi, una vez recogidas y amontonadas todas las hierbas que habían estado haciendo de alfombra durante el paso de la procesión.


LOS MOZOS


Todos los años había aspirantes para entrar en el grupo de mozos. Cada uno de ellos tenia que pagar cuatro cuartillos de vino, o sea, dos litros con lo que celebraban una fiesta, pasando éstos a tomar parte con todos los derechos de las actividades, como bailes, juegos, etc. Dentro de este grupo había unos cuantos mozos que creían ser los más valientes y fuertes, y entre otras canciones cantaban ésta:


"Mozos hay, mozos hay en la ribera, los hay de media polaina, los hay de polaina entera, y para remate de su fortaleza, cuando llevan el pendón, no hay viento que se lo mueva"


LOS LOBOS


Uno de los momentos más atractivos era sin lugar a dudas la partida de los hombres a la caza del lobo, animal considerado por entonces muy dañino, y que tantos perjuicios causaba en la economía de los vecinos, ya que cuando menos se esperaba, atacaba, sobre todo a los rebaños de cabras y ovejas. Durante el invierno, al haber menos ganado en los montes, el lobo se veía forzado a acercarse e incluso a adentrarse en el pueblo en busca de alguna presa. Por eso cuando era cazado algún ejemplar se festejaba y además se iba con la pieza cobrada por los pueblos vecinos, éstos, agradecidos al verse libres de una alimaña, les daban algún dinero o especies. Por último, el animal se desollaba y la piel, que era lo único de valor, se vendia o se dejaba en casa como trofeo.


CAZADORES


A través de los siglos, en Valdelageve siempre hubo magnificos cazadores, posiblemente los más finos de la comarca. Llegaron a esta perfección al poseer casi todos los hombres armas que necesitaban para defenderse y proteger frecuentemente a sus rebaños de ovejas, cabras y vacas de las manadas de lobos, incluso en el invierno cuando se adentraban en el pueblo. También las utilizaban para la caza de conejos, perdices, jabalíes, etc., como ayuda al sustento. En ocasiones, llegados al pueblo después de unas largas y monótonas jornadas de trabajo, se reunían las cuadrillas de mozos y mayores en las bodegas donde asaban los conejos, para luego, con gran animación y alegría, comerlos regados con un agradecido vino de su cosecha. Para terminar la fiesta se organizaba un baile a son del tamboril y la gaita. En otros tiempos se hacía con más frecuencia al no existir la veda.


EL SAN JUAN


Todos los años los quintos del pueblo iban el 23 de junio a buscar "el San Juan". La partida comenzaba por la tarde, entre dos luces, donde marchaban contentos, pero con sigilo, dada la misión un tanto complicada. Lo primero era llegar al lugar que ellos tenian ojeado, siempre en terreno de otros pueblos. En el suyo no lo hacían, porque enseguida serían descubiertos. El objeto era cortar un árbol un castaño o un roble, que fuese largo y estuviese derecho; una vez hecho esto, lo más complicado era, dada la oscuridad de la noche, regresar cargados con un tronco por unos caminos abruptos y empinados, y además vigilando para no ser descubiertos por algún vecino del lugar, algo que ya les sucedió en algunas ocasiones, pero que dada sus astucia siempre lograban burlar, o se les apareciese algún lobo, de los que por entonces tanto abundaban. Una vez de regreso a Valdelageve, el palo lo engalanaban en la cogolla o "pincolla", como ellos la denominaban, con ramos de cerezas para colocarlo seguidamente en medio de la plaza. Otros quintos habían aprovechado el silencio de la noche para engalanar los balcones de las mozas, especialmente aquellos que tenían novia, con la "enramada", que consistía, como la palabra indica, en colocar ramos de cerezas combinadas con rosas. Por la mañana, cuando los vecinos se levantaban, ya estaba "el San Juan" montado, que no era ni más ni menos que el tronco adornado, que por la noche habían traído los quintos.



MONTEMAYOR DEL RÍO.


Montemayor del Río es un municipio en la provincia de Salamanca. Está en la cordillera Central, entre el macizo de Gredos y la Sierra de Francia. Situado al sureste de la provincia de Salamanca, muy cerca de la provincia de Cáceres, su término municipal llega hasta la línea de separación de las dos provincias. Montemayor del Río fue declarada Conjunto Historico Artístico en 1982. Ubicado junto a la antigua Calzada de la Plata, durante la Edad Media tuvo jurisdicción sobre catorce pueblos.


CASTILLO DE SAN VICENTE


El castillo lo encontramos al norte de la población. Se sitúa en altura dominando el valle del río Cuerpo de Hombre. Los orígenes de la construcción se encuentran a finales del siglo XIII, o principios del XIV, pero el conjunto actual posiblemente sea de los siglos XIV y XV. Esta fortaleza cumplió un papel fundamental en el devenir histórico, en distintos contextos; enclave importante en la Vía de la Plata en época romana, espacio fronterizo y estratégico en la marca media medieval transitada posteriormente por los peregrinos hacia Santiago (Camino Mozárabe del Sur) y por los rebaños de la Mesta, espacio vital en las luchas entre los hijos de Alfonso XI: Sancho, Juan, Pedro, Enrique II, ya que el control de esta fortaleza implicaba el dominio estratégico de la Calzada de la Plata, etc.


El Castillo pasó a doña Leoner de Alburquerque, hija de Sancho, quien legó el Castillo a su hijo don Enrique de Aragón en 1428. Este sería confiscado en 1458 por Juan II. Su hijo, el príncipe Don Enrique donó el castillo a Don Juan de Silva, quien realizó algunas reformas en la segunda mitad del siglo XV, de las que sólo se conservan dos cubos con troneras que protegían la puerta. A partir de este momento, se iniciaría la decadencia del Castillo.


A inicios del siglo XVII, la fortaleza está deshabitada y entra en un proceso de degradación, de modo que amediados del siglo XVIII, ya se encontraba en estado de ruina. La fortificación entra así en el olvido, hasta que en el siglo XX, se despierta el interés de algunos investigadores y empiezan a realizar algunas descripciones. Tal es así que en 1982 es declarado Bien de Interés Cultural y a partir de estos momentos comienzan los trabajos de documentación del Castillo.


En el interior del Castillo se puede visitar un Centro de Interpretación del Medievo. Las visitas se realizan de manera guiada y consisten en un recorrido por las diferentes torres del Castillo, cada una de ellas, dedicadas a una tematica diferente, pero todas, intentando representar los aspectos más destacados de la época medieval y permitiendo así un conocimiento de las costumbres de usos de la época de manera lúdica y educativa.


Y una vez hechas las referencias algunos aspectos de estas dos localidades, pasó a exponerles esta serie de fotografías, tomadas durante la ruta y otras las tome en un recorrido que hice este invierno con mi hijo, ese día estaba mejor por lo menos no nos llovió.


















Río Cuerpo de Hombre.















Preparándose para salir.















Estos también.















Y estos.















Otra panorámica del Cuerpo de Hombre.















Y otra con Jorge.















Los montes por los que teníamos

que transitar.















Los mismos pero con lluvia.















Río y canal.















El Sol se agradecía.















La lluvia se acercaba.















Por fin llego.















Estos corrían por lo que se avecinaba.















Más panorámicas.















Vista de los montes.















En esta podemos observar el

camino a media ladera.















Y más árboles.















El Viejo Camino.















Alto en el camino















El monte y la pradera, dos formas de

sustento de estas gentes.















El señor Pedro medio emboscado.















Los tres mosqueteros junto a la

fuente del Rollo.















Castillo de Montemayor del Río.















Iglesia de Montemayor, vista desde la

torre del Homenaje.















Material quirúrgico expuesto en el Castillo.















Más material quirúrgico.















Comiendo todos en el Castillo.















Delicioso postre con el que terminamos

la comida.