viernes, 29 de julio de 2011

La Galana - 23 y 24 de Julio de 2011

       Llegada a la Plataforma.

Al hablar de alta montaña en nuestro país, mucha gente lleva su mente a las imponentes moles de los Pirineos, la espectacularidad calcárea de los Picos de Europa o la belleza romántica de Sierra Nevada. Pero no son tantos los que conocen que en la planicie mesetaria Castellana existe un pequeño rincón donde el granito aflora con una potencia sublime, y donde las condiciones climáticas otorgan al paisaje un tono casi lunar, de impresionantes perfiles. La Sierra de Gredos es conocida como el espinazo de Castilla, y encierra aún en nuestros días algunos de los parajes más vírgenes y solitarios que podamos encontrar.
El día 23 y 24 de Julio de 2011, un grupo de amigos y amigas realizamos un recorrido por estos parajes, realizando la ascensión a la cumbre de la Galana (2.564 metros) segunda cima de Gredos y del Sistema Central. Fueron un par de días donde todos y todas, disfrutamos de este incomparable reducto donde el granito parece querer alcanzar las estrellas que tachonan en las noches el Circo de Gredos.
Nuestro recorrido fue el siguiente: partiendo de la Plataforma de Gredos donde dejamos los vehículos el día 23 por la tarde, pasamos por el Prado de las Pozas, los Barrerones y descendimos a la Laguna Grande, donde pernoctamos. Al día siguiente día 24, después de desayunar en el Refugio Eola, comenzamos la ascensión a la Galana, pasando por Hoya Antón, Canal de los Geógrafos, Rellano de la Lagunilla, Venteadero, paso de la Muesca y cima de la Galana. Desde aquí deshicimos el recorrido por el mismo camino de ascensión, exceptuando un grupo que desde el rellano de la Lagunilla se dirigieron a intentar hacer el pico del Ameal de Pablo, descendiendo posteriormente por la Canal Negra. Juntándonos de nuevo todos en la laguna Grande. Comimos en el Refugio Eola, para posteriormente volver a la Plataforma, donde habíamos dejado los coches el día anterior. Las fotografías que tome durante la estancia en estos lugares se las presentare más adelante del comentario, pero antes de eso, permítanme que les cuente algo de las muchas historias y leyendas que circulan por estos lares.
Una de estas leyendas cuenta que el legendario Caudillo árabe “Al Mansur-bi-llah”- “el victorioso por Alá”-, que pasó a la historia con el nombre castellanizado de Almanzor, pasó por este lugar a la vuelta de una de sus batallas contra los Reyes Cristianos, y quedó sorprendido por la belleza de estas montañas que establecían la frontera natural entre el territorio meridional, dominado por los árabes, y el norte peninsular. El Caudillo decide acampar al pie de las laderas del Macizo Central de Gredos atraído por los relatos de los pastores de la zona. Estos cuentan que en el interior de la sierra se escuchaban sobrecogedores ruidos que retumbaban por las gargantas, y hacen encoger el corazón de los habitantes de la montaña. Ibn Ami Amir se hizo guiar hasta el núcleo central del circo de Gredos. Un profundo silencio inundaba el lugar. Entonces los pastores, temerosos de la reacción del defraudado Caudillo, comenzaron a vocear el nombre del capitán musulmán, que el eco devolvió magnificado. Fue así como el más alto de los picos de la sierra de Gredos toma, en recuerdo del que sería rey del califato cordobés, el nombre de Plaza del moro Almanzor.
Otra curiosidad que encontré por estos pueblos que circundan estas altas montañas fue en un pueblecito conocido por el nombre de Navacepeda de Tormes, en una ocasión en que estuvimos realizando un itinerario por estas sierras y acabamos en el mencionado pueblo, descubrí que en la puerta de la iglesia había clavada una mano de oso, preguntando con curiosidad a unos vecinos que se encontraban en el lugar me dijeron que esa mano llevaba muchos años clavada en la puerta de la iglesia. Ya que según cuenta la leyenda un segador fue atacado por un oso pardo de los que antiguamente poblaban las montañas de Gredos. Este dio muerte al oso con su guadaña, y en agradecimiento puso la pata en la puerta de la iglesia. Lo que no saben es como se llamaba el vecino que hizo la proeza de matar al oso con la guadaña, ya que el hecho no se refleja en ningunos de los viejos legajos del pueblo. Lo que sí han hecho los vecinos del pueblo ha sido tratar de saber la fecha en la que se clavó la pata del oso en la puerta de la iglesia. Y a través de la prueba del Carbono Catorce, se ha datado que la mano es aproximadamente del siglo XVI, fecha en la que se extinguieron los osos en estas montañas.
Y después de estas dos curiosidades permítanme que les exponga la selección de fotografías tomadas en esta actividad.
 
         Panorámica del viejo camino.
-          Esperando a que todos cogieran el equipo.
-          Comenzamos.
 
Gentes en el Camino.

-          Ajenas al ir y venir de las personas estas vacas seguían a lo suyo.
 
-          Alto para refrescarse, aunque no hacía mucho calor, los repechos nos hacían subir la temperatura.
 
-          Descendiendo hacia la Laguna Grande.
 
La Laguna Grande.

 
-          Pasando junto a ella.

-          La Laguna y el refugio Eola.
 

 Otra de la Laguna.
Montando la tienda.

-          Los últimos rayos del sol, todavía calientan los Hermanitos, mientras que el Casquerazo  y la portilla de los Machos ya se sumen en las sombras.
 
Probando el habitáculo.

Por la noche hubo fiesta.

Y sonrisas.

-          Y tiempo para hacer amigos.
 
El sol de la mañana iluminando las escarpadas cumbres.

-          El Ameal de Pablo delimitado por sus dos canales, la de la izquierda la de los Geógrafos y la de la derecha la Canal Negra.
 
-          Había caras de sueño.
 
-          Desayunando.
 
-          Dirigiéndonos hacia la canal de los Geógrafos.
 
-          Panorámica.
 
El Ameal de Pablo.

Ajustándose la Mochila.

-          Panorámica de la subida a la Portilla de los Machos, para continuar por la izquierda con el Casquerazo, el Perro que Fuma, los tres Hermanitos, Cuchillar de las Cerraillas, la Ventana, la Campana y en último lugar el pico del Enano.
 
-          La canal de los Geógrafos.
 
Cada vez se empina más.

-          Y se estrecha.
 
-          Ya falta poco.
 
-          Por fin se ascendió.
 
Jorge.

Descansando y estirando.

-          Que miraría con tanta atención.
 
-          Esto es lo que miraba. La mole pétrea del Ameal.
 
-          Transitando por la base del Ameal de Pablo.
 
Por fin divisamos la Galana.

-          El Venteadero.
 
El rey de las cumbres: El gran macho montes.

-          El nos observa.
 
-          Subiendo al Venteadero.
 
A estos les queda más.

-          Y a estos menos.
 
-          Hacia fresco.
 
Vamos que queda poco. En el fondo la Lagunilla.

El paso de la Muesca. Y trepando a la cima de la Galana.

Cima de la Galana.

-          Panorámica desde la cima.
 
Otra más.

En el Venteadero de vuelta.

-          El Ameal en primer lugar, y el Gargantón desde el Venteadero.
 
El Gargantón.

-          Panorámica.
 
-          El Almanzor.
 
Sesteando.

Panorámica.

Y otra más.

Descansando.

Comiendo después del esfuerzo.

-          Las cucharas no paraban.
 
Ha este, no le encontramos perdido. Y le dimos de comer.

Cualquier sitio es bueno para echarse una siesta.

Y si no, que se lo pregunten a estos.

O a estas.

-          Y con esta foto de la Laguna, doy por finalizado el reportaje.